Los biopreparados: abonos y repelentes naturales

Los biopreparados son recursos fundamentales en la huerta ecológica, especialmente cuando las asociaciones de cultivos y la integración de fauna y flora auxiliar no han logrado aún un equilibrio adecuado en el ecosistema. Es importante recordar que  aunque un huerto ecológico busca imitar los procesos naturales, sigue siendo un ecosistema artificial creado por personas. Por ello, los biopreparados actúan como aliados que permiten restablecer el equilibrio natural y proteger los cultivos de plagas y enfermedades.

Los biopreparados son sustancias y mezclas de origen vegetal, mineral o animal presentes en la naturaleza.Tienen propiedades nutritivas para las plantas o repelentes y atrayentes de insectos, para la prevención y control de plagas o enfermedades, o como ayudantes del crecimiento. 

Hacer y aplicar biopreparados es una parte esencial de la planificación del huerto. Estos preparados no solo ayudan a fortalecer las plantas y combatir agentes perjudiciales, sino que también enriquecen el suelo y promueven la biodiversidad.

 

Ventajas del uso de biopreparados

 

  • Son inocuos

  • Son biodegradables

  • Son fáciles de preparar, lo que nos aporta más independencia. Los productos fitosanitarios requieren de un título formativo específico que permita comprarlos; sin esa acreditación no pueden ser aplicados en la huerta, por lo que se depende de una persona externa que diagnostique y recete un tratamiento determinado. 

  • No dejan residuos tóxicos en los alimentos

  • Desarrollan menos resistencia

  • Son más económicos

  • No requieren energía de combustibles fósiles para su elaboración

 

Recetario

Biofertilizantes

 

  • Decocción de cáscaras de cacahuetes:

Las cáscaras de los cacahuetes tienen una gran cantidad de fósforo, por lo que si necesitamos aportar fósforo a nuestras plantas, este biofertilizante es genial.

Simplemente tenemos que coger algunos puñados de cáscaras de cacahuetes, machacarlos y hervirlos en 1 litro de agua durante unos 30 minutos a fuego lento. Dejamos enfriar y el resultado lo diluimos en unos 2,5 - 3 litros de agua y ya podemos empezar a regar.


  • Purín de ortiga:

- 1 kg ortigas (utilizar las ortigas sin raíz, lo que nos interesan son las hojas)

- 10 litros de agua

Una vez hemos recolectado las ortigas, las ponemos en un bidón y lo mezclamos con el agua. Mejor utilizar instrumentos de madera y no de metal, ya que podría tener óxido y matar a las bacterias. Las ortigas fijan el nitrógeno al suelo y son asumibles para las plantas. Lo que va a hacer el purín es fortalecer las plantas contra las plagas y darles más crecimiento. Tienen mucho aporte en calcio y hierro. Lo ideal es mover la mezcla cada día durante unos 5 minutos.

Hay tres etapas en la preparación: 

  1. Primera etapa de maceración o disolución de los componentes, desde que mezclamos el agua con las ortigas, dura unos 4-7 días. Apenas hay bacterias, se están reproduciendo. Se podría utilizar ya como repelente de plagas y combatir los hongos. Disolución: una parte de purín por 10 partes de agua.

  2. Segunda etapa de fermentación desde el séptimo día de la mezcla hasta el momento en el que solo quedan los tallos. Lo diferenciaremos porque las burbujas ya no son tan abundantes como al principio. Eso significa que las propias bacterias ya han consumido el nitrógeno generado. Suele durar unos 15 días, perfecto para abono para regar o pulverizar. Disolución: una parte del purín por 10 partes de agua.

  3. Tercera etapa del purín maduro. Las bacterias ya han transformado todo el material disponible. Mínima concentración de materia orgánica. En esta última etapa el purín se utiliza para regenerar de vida el suelo y aportar nitrógeno al mismo, y que éste sea más fácil de asimilar para las plantas. Disolución: una parte de purín por 10 de agua. 

Si lo guardamos en un lugar fresco y oscuro su duración es de hasta 3 meses. 


  • Té de plátano:

Utilizamos unas 5 cáscaras de plátano y las cortamos en trocitos pequeños. En una olla, ponemos un litro de agua, depositamos los plátanos con el agua fría y los ponemos a fuego alto durante unos 15 minutos. Finalmente lo quitamos del fuego, lo colamos y dejamos enfriar. Para usarlo debemos diluir el té de plátano en dos litros de agua y regar en época de floración una vez cada 10 días.


  • Té de estiércol o de compost:

Echamos una pala de estiércol maduro por cada 10 litros de agua. Cuando lo movemos, debemos comprobar que salen muchas burbujas, indicadoras de que se ha iniciado el proceso de fermentación. Hay que dejarlo reposar y removerlo cada día unos 5-10 minutos. Gracias a la fermentación, los nutrientes van a descomponerse a sus formas más simples para que así sean más fáciles de asimilar por las plantas. Después debemos dejarlo macerar entre 10 y 15 días. Disolución: 1 litro de agua de té de estiércol por 10 litros de agua. Utilizar cada 20 días.


Bioestimulantes / Enraizantes


  • Enraizante de lentejas:

Usamos una taza de lentejas y cuatro tazas de agua.

Al mezclar el agua con las lentejas, estas germinan liberando auxinas (hormona vegetal que funciona como reguladora en el crecimiento de las plantas, provocando la elongación de las plantas) haciendo que aparezcan más raíces.

Juntamos las lentejas con el agua y tapamos, dejándolas en algún lugar fresco y oscuro unos 3 o 4 días. Tras este tiempo deberían haber germinado la gran mayoría de las lentejas. Lo siguiente será batir estas lentejas y colar el resultado con una rejilla fina.

El líquido resultante se diluye con agua en una parte de líquido de lentejas con 10 de agua (100ml lentejas / 1 litro de agua). Este preparado se puede conservar unos 15 días en la nevera.


  • Enraizante de aloe vera:

Lo primero que haremos será cortar una hoja de nuestro aloe. Debemos extraer de la hoja del aloe vera todo el gel posible, abriendo la hoja por la mitad, y pasando una cuchara para extraer el gel. Lo vamos depositando sobre un vaso de batidora y añadimos una pequeña cantidad de agua, que en proporción será más o menos la mitad del gel obtenido. Una vez hecho esto, lo batimos. Lo que obtendremos será una mezcla líquida, pero no excesivamente. 

Una vez tengamos lista esta preparación, ya tendremos nuestro enraizante de aloe vera listo para usar.

Para usarlo, debemos mojar nuestros esquejes en el enraizamiento de aloe vera y plantarlos, asegurándonos siempre de que estén húmedos. Podemos regar con el enraizante una vez cada cinco días.


Biofungicidas


  • Purín de cola de caballo:

Es un efectivo fungicida, debido a su gran contenido en silicio, que nos ayuda a reforzar los tejidos celulares de las plantas y a combatir los ataques fúngicos.

- 1 kg de planta fresca triturada (mucho mejor)

- 10 litros de agua de lluvia

Hay que cubrir la planta entera, removiendo todos los días unos 5 minutos para que se oxigene y todo se mezcle bien con el agua. Debe ser siempre con un palo de madera o algún material que no pueda tener óxido.

Dejar tapado, siempre intentando dejar un poco de ventilación, y en un sitio fresco. A las dos semanas, tras filtrarlo, ya estará listo. Disolución: una parte de cola de caballo por 10 de agua.

Pulverizar por ambos lados de la hoja, cada 10-15 días para prevenir y una vez a semana en caso de que los hongos ya estén instalados. Se puede conservar durante unos 3-5 meses.


  • Infusión de capuchina:

La capuchina es una planta trampa, es decir, las plagas irán antes a estas que a nuestros cultivos de hortalizas.

- Medio kilo de hojas frescas

Ponemos en una olla dos litros de agua hasta que hierva, introducimos las hojas y lo dejamos en el fuego unos 2-3 minutos. Dejamos reposar hasta que se enfríe y lo colamos.

Si lo usamos como preventivo podemos usar tres partes de capuchina por 10 de agua. Si lo usamos para combatir los hongos ya instalados, lo podemos pulverizar directamente.


  • Leche y bicarbonato:

- 1 litro de agua 

- 1 cucharadita de bicarbonato

- 100ml de leche desnatada

La preparación de esta solución es muy sencilla. Solo es necesario mezclar los ingredientes. 

La leche tiene una sustancia, el ácido láctico, que disminuye el pH en la superficie de las hojas, creando un ambiente más ácido que resulta desfavorable para el desarrollo de muchos tipos de hongos. Además, las bacterias ácido-lácticas (como las del género Lactobacillus), que producen ácido láctico, también compiten con los hongos por nutrientes y espacio en la superficie de las hojas. Por su parte, el bicarbonato funciona como cicatrizante en caso de que el daño por hongos sea visible, aunque se recomienda eliminar las hojas afectadas y tirarlas a la basura. 

Para su aplicación, se debe rociar el biopreparado sobre las hojas, asegurándonos de cubrir ambas caras (superior e inferior). Con carácter preventivo: cada 10-15 días. Con carácter curativo: cada 7 días hasta que desaparezcan los signos de hongos.


Bioinsecticidas / Biorepelentes


  • Macerado de aguacate:

- 2 huesos / semillas de aguacate

- 2 litros de  agua (preferiblemente agua de lluvia)

Los taninos son las sustancias que nos interesan del hueso de los aguacates. Este insecticida casero es un macerado, como en muchos otros casos es importante preparar bien los macerados para que tengan éxito y sean realmente eficaces. Debemos seguir ciertas pautas para que aprovechemos y extraigamos todas las propiedades del ingrediente.

Para prepararlo lo ideal es rallar la semilla de aguacate. Si no tenemos un rallador, siempre podemos trocear con un cuchillo en los trozos más pequeños que podamos; como en todos los extractos, cuanto más pequeño y troceado mucho mejor. Mientras rallamos nuestro aguacate dejaremos calentar dos litros de agua hasta que llegue a ebullición. Cuando empiece a hervir lo apagamos y añadimos nuestros aguacates rallados. Luego lo tapamos y lo dejamos en una zona apartada toda la noche, a lo que se conoce como maceración. El agua hirviendo, además de ayudarnos a extraer todas las propiedades de la semilla, también nos sirve para eliminar posibles contaminaciones o patógenos de la semilla de aguacate. Pasadas esas 12h ya lo tenemos listo para usar.

Antes de usarlo, debemos colarlo para usarlo en nuestro pulverizador y también diluirlo para no dañar nuestras plantas. Lo vamos a diluir junto a 10 litros de agua (siempre ideal que sea agua de lluvia, si es de grifo, dejarla reposar dos días sin cubrirla para que evapore el cloro)..

Este macerado es muy eficaz contra pulgones, larvas de mariposa (por ejemplo las de la mariposa de la col), mosca blanca y araña roja. Debemos usarla cada 3 o 4 días para combatir las plagas.

En cuanto a su conservación y duración, como todas las maceraciones e infusiones apenas tiene durabilidad, por lo que debemos usarla cuanto antes. Si se guarda en el frigorífico, puede durar hasta 15 días. 


  • Insecticida A-PI-CHI

Este biopreparado es muy eficaz contra plagas como pulgones, mosca blanca y araña roja. La cantidad es escalable siempre que mantengamos la proporción de ingredientes:

- 500 gr de guindillas picantes o chiles

- 500 gr de ajo

- 250 gr de pimienta sin moler para no perder las propiedades

- 500 ml de alcohol 96º

Poner las guindillas o chiles en una batidora y hacer una pasta con ellos. Esta pasta tiene la función de “quemar” el exoesqueleto a los insectos, así que cuanto más picante, más efectiva.

Posteriormente añadimos los ajos y los trituramos de igual manera. Los ajos tienen función fungicida. A continuación, triturar la pimienta negra y añadirla a la pasta anterior.

Añadimos el alcohol en el vaso donde trituramos la anterior pasta, rebañamos todo el sobrante y lo añadimos a la pasta. El alcohol ayuda a retener todas las propiedades y sustancias de los ingredientes que hemos utilizado para que no se pierdan, aumentando su eficacia. 

Dejamos macerar toda la mezcla durante unas 12 horas para extraer todas las propiedades. Una vez pasado ese tiempo añadimos la pasta a 10 litros de agua. Lo dejamos tapado en un sitio fresco y a la sombra durante dos semanas. Tras esto hay que filtrar la mezcla. 

Disolución: diluir el preparado en base 1/10, es decir 100 ml de apichi por cada litro de agua.

Lo aplicamos pulverizado en nuestros cultivos. Como tratamiento preventivo, aplicar una vez cada 10-12 días. Si tenemos una plaga instalada, aumentaremos a una vez cada 4-5 días. Es importante no abusar de este biopreparado al pulverizar, ya que es muy potente. De igual manera, se recomienda protegerse al pulverizar ya que la guindilla puede causar malestar. 


  • Jabón potásico

El jabón potásico es un bioinsecticida ecológico elaborado a base de sales potásicas de ácidos grasos. Su acción principal consiste en descomponer la capa cerosa que recubre el cuerpo de insectos de cuerpo blando, como pulgones, cochinillas y mosca blanca, provocando su deshidratación y muerte.  

Para poder usarlo, se diluyen 10 - 20 ml de jabón por litro de agua. Se recomienda utilizar agua templada, para facilitar la disolución. 

Una vez diluido, con la ayuda de un pulverizador o una mochila aplicadora, se rocía la solución directamente sobre las plantas, prestando especial atención al envés de las hojas, donde suelen esconderse las plagas.  Debemos asegurarnos de que la aplicación se realiza en las horas de menor radiación solar, como temprano en la mañana o al atardecer, para evitar quemaduras en las hojas.  

Si es preventivo, se puede aplicar cada dos semanas.  Si por el contrario la plaga ya está instalada, lo ideas es repetir cada 5-7 días mientras esta persista. 

Aunque el jabón potásico es compatible con muchos tratamientos ecológicos, no debe mezclarse con aceites como el de neem en la misma solución, ya que podrían reducir su eficacia.  

 

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